martes, 16 de agosto de 2011

Tango





Liberada
entre tus manos
que se escurren
(por mi cuello)
y se pierden
(resueltas)
entre mi pecho
(y mis costillas)
de imprevisto,
Así como tú
-Llegas-
sin prisa
(…sin pausa)
a marcar
(con un beso)
encendido
tu ritmo
en mis caderas.
Tiemblo,
cuando tu boca
astuta y
(de-li-cio-sa)
se desliza
(sigilosa)
en el laberinto
de mis piernas.

martes, 9 de agosto de 2011

La Lupe




La primera vez que escuché a la Lupe lloré. Quizás fue una mezcla de hormonas y un reguero de malos momentos. “La Tirana” sonaba en la radio, y yo me bebía las lágrimas como Magdalena mientras esperaba el cambio de luz en el semáforo. Es que es de esa música única que se te mete por las venas, te jamaquea el cuerpo, te eriza todos los pelos y te da ganas de quitarte los zapatos y tirarlos contra el piso. Seguramente por eso ella misma lo hacía, porque su música era más grande y más fuerte que ella misma. Era como si tuviera un huracán atrapado en el centro del cuerpo que se le escapaba por ratos en sus canciones.

Me gusta pensar que de cierta manera nos parecemos… soy así, como su música, media tormentosa. No sé querer, pensar, vivir de otra manera que no sea por completo. Por eso cada vez que escucho “Teatro” me dan ganas de tomarme un trago despacito y cerrar los ojos mientras se me hacen 20 nudos en la garganta.