domingo, 19 de mayo de 2013

Feliz cumpleaños, Anabella



Anabella, mañana cumples 3 años y todavía recuerdo, como si fuera ayer, cuando mami me llamó para decirme que ya habías nacido.  Lloré.  Lloré porque hacía mucho no me sentía tan feliz, porque desde que me enteré de que estabas en trabajo de preproducción nació en mi el amor más genuino y sin sentido que he experimentado en la vida.  Lloré y celebré a son de burbujas tu llegada al mundo y quise declarar el 20 de mayo como día libre en el mundo entero, porque no había sido tan feliz en mucho tiempo.  Tú llegaste a llenar espacios que estaban huecos y solitarios.  Ya ves como es tu tití, que ando llorando mientras te escribo esta carta que algún día leerás.  Resulta, mi niña, que tití necesitaba que nacieras para que todo tuviera propósito.  Ya sé, egoísta de mi parte, pero contigo todo cobró sentido.  Y ya sé, yo sólo soy tu tití… pero para mi es lo más grande y hermoso que me ha pasado en la vida, además, me da el privilegio de tongonearte y consentirte sin que me digan que te estoy malcriando, porque a fin de cuentas, mi trabajo es ese. 

Aunque estamos lejos físicamente, gracias a la tecnología (bendito seas Steve Jobs), he estado presente en tu vida… y reconoces mi voz en el teléfono y me llamas desde el iPad a hablarme en ese Spanglish tuyo tan particular que tiene el poder absoluto de derretirme en 2 segundos.  Me matas de la ternura cuando me cantas La Borinqueña mezclado con En mi Viejo San Juan y ABC, o cuando me haces bailar y jugar con plasticina, o cuando las 8 de la mañana vas hasta mi cama, cuando estoy en tu casa, y me dices: “Buenos días, tití”, o simplemente cuando me llamas desde el iPad y me cuentas que papi está trabajando y que tú estás jugando.  En estos 3 años que llevas dándole la vuelta al Sol tus ojos azules como el cielo se han abierto al mundo y poco a poco se va formando tu caracter, que para desgracia o fortuna de tus padres, se parece mucho al de tu tití

Para ti deseo toda la libertad del mundo, porque las personas grandes, mágicas y musicales como tú lo necesitan.  Te prometo que pondré de mi parte todos los días para que puedas llegar a lugares a los que ni tu mami, ni tití han llegado.  

Gracias, Anabella por ser mi sobrina.  Desde que tú existes, a mi el mundo me parece perfecto. 

Te amo,
tití Lorena

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